ciudadanos del mar: Trufa, una perrita marinera

Trufa, una perrita marinera





La idea de tener un perro, era un tema que Judith y yo ya habíamos hablado anteriormente durante nuestros 2 años de relación, pero nunca lo habíamos hecho seriamente. A los dos nos había siempre gustado la idea. 

Ya habíamos decidido emprender nuestro viaje cuando una noche cualquiera, durante una de esas reuniones que Ju y yo manteníamos habitualmente, volvió el tema del perro. Empezamos a investigar por internet y…. la encontramos !!!. Creo que no es lo que hay que hacer cuando uno quiere comprar un perro. Internet no es la opción y mejor ir a un criador, pero tuvimos suerte y nos salió bien. El razonamiento que usamos para justificarnos fue: ya no viene de aquí, puestos a hacer locuras, pensando en la vuelta al mundo, pues también nos compramos un perro. Eso sí, nos leímos cada uno, un par de libros de perros y de cómo educarlos pues no teníamos experiencia. 

Habíamos buscado una raza en concreto, porque conocíamos a dos perros de esa raza y nos gustaba sobre todo por el carácter juguetón y cariñoso. Un perro de agua español. Conocíamos también a Víctor, gran navegante y mejor persona, que había dado la vuelta al mundo con un perro de aguas llamado Nus. Víctor fue una de las dos personas que nos soltaron las amarras en el puerto de Badalona cuando en septiembre del 2010 partimos hacia nuestro viaje


La Trufa tan solo tenía 20 días y debíamos esperar un mes para recogerla en un pequeño pueblo de Valencia. 


Siempre nos ha sorprendido. El primer día de tenerla en casa ya nos traía la pelota. Nunca pensé que fuera capaz de subir las escaleras del Ju, cosa que aprendió en tan solo en 4 ó 5 días. Que fuera capaz de pedirte agua o comida o….llevarme a la playa !!!. 






                                                       Trufa subiendo las escaleras                                 




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